Prácticas anticorrupción que las empresas deben adoptar
La lucha contra la corrupción es una contienda global. A pesar de los códigos de conducta, los programas de cumplimiento y las políticas, es importante adoptar siempre las mejores prácticas anticorrupción. Las complejidades son tales, que las organizaciones y sus líderes, necesitan equilibrar continuamente los objetivos comerciales. Esto es debido a que afrontan una serie de riesgos que van desde hacer negocios en una determinada región, hasta tomar decisiones sobre cómo tratar con organizaciones gubernamentales.
Los programas anticorrupción empresariales se basan en el fomento de buenas prácticas anticorrupción, pues estas son esenciales para reducir la exposición al soborno y al fraude.
Prácticas anticorrupción
Las regulaciones que previenen la corrupción son cada vez más comunes. Aunque tales leyes son importantes, no son perfectas. Es fundamental que las organizaciones adopten un enfoque proactivo e introduzcan prácticas anticorrupción por sí mismas.
Existen diferentes y buenas prácticas anticorrupción que deben formar parte de una estrategia integral para la lucha contra el soborno y la extorsión. Algunas de estas prácticas son:
Evaluar los riesgos del negocio
La evaluación de riesgos debería ser uno de los primeros pasos en el diseño e implementación de un programa anticorrupción. Estas evaluaciones permiten a las organizaciones profundizar en las amenazas dentro de su propio negocio, así como en los de las operaciones con proveedores y socios.
La debida diligencia y la responsabilidad
Es necesario que todos los que tengan relación con la organización sean responsables, incluidos por supuesto, los proveedores externos. Es importante tener en cuenta a cualquier grupo desde distribuidores, corredores, agentes, consultores, asesores y agentes de carga involucrados en las prácticas comerciales cotidianas. Estas organizaciones tienen un efecto en las relaciones con los clientes y en la actividad comercial en general.
La responsabilidad del proveedor externo no es una práctica muy adoptada, debido a la cantidad de tiempo y recursos de la que es preciso disponer para rastrear a cada uno de ellos. Pero si las organizaciones no monitorean a sus proveedores en busca de comportamientos éticos, se perjudican ellas mismas, y se arriesgan a dañar su imagen, a sus clientes y a otras partes interesadas.
Las organizaciones que llevan a cabo procesos de debida diligencia, como la verificación de antecedentes y los programas de evaluación exhaustivos, pueden abordar los posibles problemas desde el principio.
Mantener las alarmas prendidas
Una de las prácticas anticorrupción más utilizadas es fomentar la denuncia de irregularidades. Esto permite a los empleados expresar sus preocupaciones en un entorno seguro. Para que esta práctica resulte efectiva, es necesario divulgar un canal de informes que garantice la confidencialidad y la seguridad del denunciante.
La denuncia de irregularidades solo es provechosa cuando se cuenta con otras medidas complementarias. Estas son la capacitación adecuada de los empleados para identificar casos de corrupción, así como los controles internos para disuadir de tales comportamientos.
Conocer el entorno de la organización
Las organizaciones deben conocer y comprender con claridad el contexto en el que operan y el panorama regulatorio que las rige, tanto en el país de origen como en otro en el que incursionen. El entorno en un país de Europa es, por supuesto, menos proclive a la corrupción que en una nación centroafricana, por ejemplo.
Tan importante como considerar los diferentes marcos de cumplimiento antisoborno, es evitar hacer pagos de facilitación en cualquier caso. Establecer matices de excepción puede resultar difícil de explicar a los empleados y puede abrir una puerta muy grande para la entrada de actos de corrupción en la sede principal de la organización.
Software ISO 37001 de ISOTools
La puesta en marcha de las mejores prácticas de anticorrupción resulta más eficaz cuando se cuenta con herramientas específicas. El Software ISO 37001 de ISOTools es una plataforma tecnológica avanzada, diseñada para cumplir ágilmente con el estándar antisoborno por excelencia.
Analizar el entorno y los riesgos de corrupción de modo preciso, aplicar procesos de debida diligencia o establecer un canal de denuncias que garantice el anonimato y la trazabilidad son tareas esenciales y mucho más sencillas de abordar con este software.
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