7 recomendaciones para gestionar el riesgo geopolítico en un entorno de elevada incertidumbre
El riesgo geopolítico es el que aparece como consecuencia de las decisiones que toman los gobernantes o los líderes mundiales, en su interacción con otros Estados o con los ciudadanos de su país.
Con una guerra en Europa, una inflación desbordada en todo el planeta, problemas con la cadena de suministro y una relación cada vez más tensa entre las dos grandes potencias militares y comerciales del mundo, el riesgo geopolítico está a la orden del día.
El escenario es sin duda de incertidumbre. Y es en estos entornos donde más valor adquiere la gestión corporativa del riesgo geopolítico. La geopolítica no interesa de manera exclusiva a las altas esferas gubernamentales. Las organizaciones, de todos los tamaños, son las que al final se ven afectadas.
¿Cómo gestionar el riesgo geopolítico en un entorno de incertidumbre?
Operar en un entorno como el que se ha descrito equivale a navegar en un mar turbulento. La navegación en aguas tranquilas y seguras no siempre es posible. Del mismo modo, las empresas no eligen el entorno geopolítico en el que deben operar.
Las organizaciones necesitan agilidad y flexibilidad para responder con la debida inmediatez a los cambios. Lo que no se debe confundir con la improvisación. La gestión del riesgo geopolítico debe ser planificada y estructurada. Estas siete recomendaciones resultarán muy útiles:
1. Predecir posibles escenarios con base en el conocimiento
Los movimientos geopolíticos responden a la voluntad y el proceder de seres humanos. Y es eso lo que los hace absolutamente imprevisibles. Pero sí es posible trabajar sobre varias posibilidades basadas en el conocimiento y en el estudio de situaciones específicas.
El impacto que puede tener la guerra en Ucrania, por ejemplo, es susceptible de evaluarse con base en dos o tres escenarios posibles: una guerra larga, un acuerdo de paz en pocos meses o la rendición de Ucrania.
Cada uno de ellos, implica riesgos y oportunidades, incluso para organizaciones que se encuentran al otro lado del planeta. En este y en cualquier otro caso, es prudente considerar la visión de expertos observadores políticos.
No se trata de jugar a adivinar. Se trata de ir un paso adelante y gestionar riesgos que en cualquier momento será preciso enfrentar.
2. Planificar la gestión del riesgo geopolítico
Desde hace algún tiempo, la tendencia en el área de gestión de riesgos es hacia la prevención, contrario al enfoque que imperó en el siglo XX, el cual prefería la reacción.
Sin embargo, por las razones que se han anotado, se cree que el riesgo geopolítico debe permanecer bajo el enfoque del siglo pasado. Las organizaciones necesitan flexibilidad y agilidad para responder, pero sobre la base de una planificación seria, juiciosa y estructurada.
Las posibles amenazas deben ser consideradas con base en su impacto y en su probabilidad de ocurrencia. Y, con base en ello, deben ser priorizadas y gestionadas. Es importante reconocer que dentro del riesgo geopolítico hay amenazas disruptivas, del tipo cisne negro, que tienen la capacidad para impedir la continuidad del negocio.
3. Contar con expertos en gestión de riesgos y con auditores
Los expertos en gestión de riesgos cumplen un papel, y los auditores otros. Los dos deben, sin embargo, trabajar sobre un mismo plan que considera los riesgos geopolíticos.
El trabajo sincronizado de estos dos profesionales asegura el éxito en la gestión de riesgos geopolíticos. Es necesario contar con los perfiles adecuados, pero también con los recursos tecnológicos que aseguren la disponibilidad y la confiabilidad de la información, así como el procesamiento de los datos.
4. Evaluar con visión largo plazo
La geopolítica plantea riesgos inmediatos o a términos que pueden superar los 30 o los 50 años. Las organizaciones que tienen clientes, distribuidores o que efectúan procesos de producción en otros países, deben considerar la permanencia de esas relaciones, monitorizando el acontecer político en esa área del planeta.
Las naciones que hoy son amigas, pueden no serlo en el futuro. Esto supone posponer o eliminar posibles inversiones, limitar el alcance de la operación o considerar una operación de apenas algunos años, dependiendo del resultado de la evaluación de riesgos.
5. Ser coherentes con el objetivo de negocios de la organización
Siguiendo con el ejemplo más reciente de la guerra en Ucrania, muchas organizaciones decidieron abandonar operaciones en Rusia, o dejar de vender a clientes de ese país.
Es importante que los expertos en gestión de riesgos no asuman posiciones políticas o éticas no relevantes para el negocio. La estrategia comercial no tiene relación con los intereses políticos de uno u otro país en contienda.
6. Considerar las oportunidades
Las crisis también generan oportunidades. Y las organizaciones necesitan estar preparadas para aprovecharlas. Muchas de estas oportunidades superan con mucho los problemas que vienen con los riesgos geopolíticos.
7. Proporcionar información eficaz a la Alta Dirección y a los directores de áreas clave
Los ejecutivos informados, toman decisiones acertadas. Y la información eficaz proviene de soluciones diseñadas para apoyar la gestión de riesgos y, particularmente, la gestión de cumplimiento de las organizaciones.
La gestión de compliance está directamente relacionada con el riesgo geopolítico, lo cual es evidente en organizaciones que tienen intereses en otras latitudes.
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El Software ISO 37301 de ISOTOools es una herramienta eficaz para apoyar la gestión de riesgos de cumplimiento y de cualquier programa de compliance.
Los riesgos geopolíticos, sin duda, tienen la capacidad de afectar el cumplimiento de la organización. Con tantos elementos en el radar, la Alta Dirección, los directores de áreas clave y los profesionales en Gestión de Riesgos encontrarán en esta solución un gran aliado. Conócelo aquí.