¿Qué es la gobernanza sostenible?
La gobernanza sostenible es el resultado de conjugar dos conceptos clave en la gestión corporativa de las organizaciones, con un objetivo muy claro: crecer, pensando en los demás, pero especialmente en las generaciones del futuro.
Por primera vez en la historia, los directivos de empresas y corporaciones piensan más allá del espacio de tiempo en que ejercerán sus cargos. Se trata de la combinación de dos conceptos que hoy se podría decir que son tendencia.
Pero lo cierto es que gobernanza y sostenibilidad resultan hoy indispensables para el crecimiento real de las organizaciones, si se tiene en cuenta el marco regulatorio en el que opera. Entonces, vale la pena entender qué significa cada uno de los componentes de la gobernanza sostenible, y cómo este modelo garantiza el cumplimiento, pero también el crecimiento de las empresas.
¿Qué es la sostenibilidad?
Sostener algo significa mantenerlo. Así, algo es sostenible cuando posee los recursos y existen las condiciones para que sea funcional durante un determinado periodo de tiempo. Las organizaciones que optimizan el consumo de recursos energéticos, diversifican las fuentes de ellos, pensando en las necesidades de generaciones futuras, crean negocios sostenibles por mucho tiempo.
Sostenibilidad es hacer que algo sea posible, factible, realizable, durante un espacio de tiempo determinado. Esta es una definición semántica. Pero, el concepto sostenibilidad, dentro de un modelo de gobernanza sostenible va mucho más allá.
La sostenibilidad, en este contexto, implica asegurar los recursos de la operación de la empresa, sin comprometer los de las generaciones futuras. Cuando se habla de generaciones futuras no se refiere exclusivamente a las que formarán parte de la organización. Habla del ecosistema para todos y de todas las personas que habitarán el planeta en el futuro.
La sostenibilidad, dentro de la gobernanza sostenible, procura mantener las cosas buenas para todos, y trabaja en mejorar las que no lo son tanto o eliminar las que se sabe que son malas.
Reciclar es bueno. Reducir el consumo de combustibles fósiles también lo es. Optimizar el uso del agua sin duda beneficia a todos ahora y en el futuro. Pero también se deben tomar acciones para disminuir la pobreza y la desigualdad, que son circunstancias inadmisibles en un mundo sostenible.
¿Qué es la gobernanza?
Gobernar es tomar decisiones sobre el uso de los recursos humanos, tecnológicos, económicos y, por supuesto, naturales, de una organización, de un país, de una familia…
El gobierno, en cualquier escenario, establece políticas, promueve comportamientos, limita, establece penalizaciones, publica guías para llevar a cabo las actividades, ejerce autoridad. Todas estas acciones se realizan, usualmente, dentro de un consenso que se obtiene entre diversas autoridades.
La gobernanza se podría definir como “el buen gobierno”. Aunque se puede ser aún más preciso: “el mejor gobierno”. Se trata de un modelo que se basa en el cumplimiento de las obligaciones, y dentro de ellas, el compromiso con la sostenibilidad.
La gobernanza implica adoptar las mejores prácticas, cumplir la ley, cumplir todos los compromisos y acuerdos, aun los de carácter unilateral y, sobre todo, trabajar para que lo que hay hoy sean suficientes para garantizar el bienestar de las futuras generaciones.
La gobernanza se ejerce con políticas, procedimientos internos, instrucciones, políticas, contratos… Y, como sucede con los gobiernos, puede ser compartida por varios órganos: presidencia o gerencia, Junta Directiva, Sindicatos, Directores…
¿Qué es la gobernanza sostenible?
La gobernanza sostenible es por definición la conjunción perfecta e integral de los dos conceptos que hemos definido. La gobernanza sostenible, además, implica el cumplimiento de la ley y de todas las obligaciones que adquiera una organización, por voluntad propia o por vías legislativas o regulatorias.
Entonces, ¿basta cumplir la ley para obtener un gobierno sostenible? No. Si una organización no trabaja para disminuir el uso de combustibles fósiles, por ejemplo, no estará transgrediendo ninguna norma, porque el uso de ese recurso aún es permitido.
Disminuirlo, aunque no se obligue a ello, es una acción propia de un modelo de gobernanza sostenible. Enfocar cualquier decisión en el riesgo que puede tener para el medio ambiente, o para el desarrollo social de una comunidad, de los empleados y sus familias, es también una forma de ejercer la gobernanza sostenible.
Pero, lo más importante, es tomar decisiones pensando en los empleados, la comunidad, e incluso, los clientes del próximo siglo o más allá.
¿Qué significa la gobernanza sostenible para las organizaciones modernas?
Es la mejor oportunidad de crecimiento real, sostenible y perdurable en el tiempo. Las organizaciones que adoptan modelos de gobierno sostenible y sustentable ahora, invierten para garantizar la operación durante muchos años, o siglos.
Los consumidores modernos prefieren productos elaborados por organizaciones que atienen sus obligaciones legales, que cuidan el planeta y que se preocupan por las necesidades de sus empleados y de las personas menos favorecidas.
Una buena parte de esas preocupaciones son abordadas por las leyes actuales. Es cuestión de cumplir. Por eso, la gestión de cumplimiento es un componente esencial en este modelo, y todo lo que se haga para asegurarla será bueno para esta y otras generaciones.
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La gobernanza sostenible procura cumplir con sus trabajadores, con sus inversores, con sus clientes, con la comunidad donde opera, con sus reguladores, sus gobiernos, e incluso, con su planeta.
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